La limpieza dental es una parte importante de la higiene bucal. Se trata de eliminar la placa y el sarro de los dientes para prevenir enfermedades de las encías y caries. Durante una limpieza, un higienista dental utilizará herramientas especiales para eliminar los residuos acumulados y pulir los dientes. Se recomiendan limpiezas periódicas cada seis meses para mantener una buena salud bucal. También es importante practicar buenos hábitos de higiene bucal en el hogar, como cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental todos los días, para mantener los dientes y las encías saludables.

Una limpieza dental (adulto / niño profilaxis) es un término usado para un procedimiento realizado en pacientes con tejido de las encías sanos o con diferentes grados de inflamación gingival (gingivitis). Se define como «la eliminación de la placa, el sarro y las manchas de las estructuras del diente» y está destinada a ayudar al paciente a mantener una boca sana. Por lo general, los dientes son escalados (quitar depósitos duros), pulido (cepillarse los dientes) para eliminar la placa y las manchas suaves. Pero hay diferentes tipos de «limpieza dental», según el concepto popular.

Un paciente con enfermedad periodontal, que es una enfermedad de los tejidos del diente de soporte (hueso, ligamento periodontal y las encías) requiere otros niveles de limpieza llamadas «limpiezas profundas», o raspado y alisado radicular como se define en términos médicos.